En el entorno laboral actual en constante cambio, las empresas se enfrentan a nuevos desafíos que requieren que los profesionales posean una amplia gama de habilidades, como la autonomía, la responsabilidad, la colaboración y la adaptabilidad a roles de liderazgo cambiantes.
Sin embargo, estas capacidades sólo pueden aprovecharse eficazmente en un entorno en el que los empleados se sientan seguros para expresar sus ideas y asumir riesgos sin temor a consecuencias negativas.
Aquí es donde entra en juego la seguridad psicológica, que responde a una necesidad humana básica de sentirse seguro e incluido.
Existe un creciente interés en seguridad psicológica en entornos de empresa porque es la clave para un alto compromiso, inclusión e innovación. Permite a los empleados sentirse cómodos compartiendo sus pensamientos e ideas, lo que conduce a una colaboración y resolución de problemas más efectiva. Al fomentar una cultura de seguridad psicológica, las empresas pueden empoderar a sus empleados para aprender, crecer y contribuir al éxito de la organización.
El marco de las 4 etapas
Las «4 etapas de la seguridad psicológica» de Timothy R. Clark son la hoja de ruta para que los individuos y las organizaciones alcancen y mantengan altos niveles de seguridad psicológica y creen culturas inclusivas y de alto compromiso.
La seguridad psicológica es un entorno de vulnerabilidad recompensada.
Cuando nuestra vulnerabilidad se ve recompensada, nos comprometemos, contribuimos de forma significativa y entramos en un modo activo de actuación.
El marco de las 4 etapas ayuda a las personas y a las empresas a alcanzar y mantener altos niveles de PS y a crear culturas inclusivas y de alto compromiso.
El marco de las 4 etapas ayuda a personas y a organizaciones a alcanzar y mantener altos niveles de seguridad psicológica y a crear culturas inclusivas y de alto compromiso. El marco se basa en el progreso natural de necesidades humanas. Hay 4 necesidades fundamentales que existen en todas las naciones, culturas o cualquier tipo de grupo:
Satisface la necesidad de conectar con los demás y de pertenecer a un grupo. Nos permite sentirnos aceptados y desarrollar una identidad compartida.
Satisface la necesidad de contribuir y marcar la diferencia. Cuanto más contribuimos, más confianza y competencia tenemos. Esta seguridad faculta a las personas con autonomía para estar más comprometidas, ser más responsables y productivas.
Satisface la necesidad de aprender y crecer. Nos permite sentirnos seguros al participar en todos los aspectos del proceso de aprendizaje: preguntar, dar y recibir retroalimentación y cometer errores.
Satisface la necesidad de mejorar. permite aprender y crecer. Nos permite sentirnos lo suficientemente seguros como para desafiar el status quo, sin el riesgo de dañar nuestra reputación personal o el statu quo. Es el estado que fomenta la innovación.
PARA CADA UNO DE LAS 4 ETAPAS